La bruma vaga solitaria, por simples calles vacías
Permanecen en el recuerdo, los estruendos de las risas
Sombras escondidas que la llegada del sol anhelan
Niebla y bruma mías, lloran ante su ausencia
Lágrimas, Lagrimas que caen y rompen mis hojas
Surcos en la tierra, se llenan y desbordan
Corren así los niños, huyendo de las gotas
Lágrimas, Lágrimas que caen, y el frío consigo aportan
Frío de noches oscuras, acompañante del silencio
Causas en mí penurias, tristes ecos del viento
Frío de noches oscuras, terrible, triste y lento
Pierden en tí las dudas, quienes se adentran en tu pecho
Calles vacías que guardan secretos
Entre niebla y bruma, abundan sentimientos
Oh, presente insólito
¿Muere en tí la cordura, o creas tú el remedio?
Miriam Guadilla.
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